Remontaremos a caballo hasta lo alto de las peñas, en los llanos que bordean el cañón, entre el ganado, con espectaculares vistas panorámicas. En este punto tendrán la oportunidad de realizar rappel en una pared vertical con una caída de hasta 50 metros.
Por la noche, después de cenar, podrán reunirse junto a la fogata, observar las estrellas y también, más tarde, salir a cabalgar a medianoche e incluso al amanecer.
Al día siguiente, después de desayunar, tendrán la oportunidad de descubrir a pie o a caballo un poco más la bella cañada y sus hermosos paisajes naturales antes de regresar a la ciudad de San Miguel.
Después de tantas emociones, les recomendaríamos acabar de pasar el día en un balneario de aguas termales.